¿Sabías que esta es una de las provincias de España con los castillos más imponentes? Es una zona donde han dejado su firma figuras tan importantes como los Reyes Católicos. Ya sabes, Isabel y Fernando.
De este pasado quedan restos de lo más interesantes, y uno de ellos es el Castillo de Fuensaldaña. Es el más importante de toda Valladolid, el que ha tenido uno de los pasados más turbulentos y el primero al que tienes que ir si vas a visitar esta zona.
Y no lo digo solo yo. Lo dice todo el mundo que ya lo ha visitado.
Su estructura, lo genialmente conservado que está y, además, su perfecta ubicación: Todo hace de su visita una de esas actividades imprescindibles en tu planning de viaje. Ahora te voy a explicar mejor por qué.
¿Dónde está el Castillo de Fuensaldaña?
Estando de ruta por Valladolid, el Castillo de Fuensaldaña es una de esas visitas obligatorias, de las que no puedes dejarte en el tintero si realmente quieres decir por ahí que has visitado esta región de España.
Un enorme castillo del siglo XV que se encuentra en la misma localidad de la que recibe el nombre. Está muy, pero que muy, cerquita de la ciudad de Valladolid.
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No exagero, puedes coger Google Maps para comprobarlo.
Este castillo de llanura se encuentra a tan solo 6 kilómetros de Valladolid. Ubicado en la propia localidad de Fuensaldaña. Es más, si estás de paso por este pueblecito de la Campiña del Pisuerga, podrás ir andando a visitarlo. No te perderás tampoco, porque se puede ver fácilmente incluso desde la carretera.
¿Por qué visitar el Castillo de Fuensaldaña?
Sinceramente, si eres una persona con intriga por el pasado de España y te gusta la ambientación medieval, acabaría antes diciéndote por qué no visitarlo.
Aun así, te voy a explicar todas las razones por las que debes visitar el celebérrimo castillo de Fuensaldaña de Valladolid.
Aunque se reformara hace poco para darle más fuerza a nivel turístico, y también para preparar sus instalaciones de cara a los visitantes, es una de esas estructuras que esconden muchísimo sobre nuestro pasado.
Empezó a construirse allá por el siglo XIII, aunque no terminó de hacerse hasta dos siglos después. Lo hizo en el momento adecuado, ya que fue en su interior donde doña Isabel y don Fernando, los Reyes Católicos, firmaron su matrimonio. Un dato curioso, porque este castillo (ahora propiedad de la Diputación de Valladolid) era propiedad de los Vivero.
Su primer propietario, el mismo que lo mandó construir, fue Alonso Pérez de Vivero. Sin embargo, su asesinato impidió que se terminara a tiempo.
Aun así, lo peor vino una vez terminado por la propia familia Vivero. ¿Por qué? Porque les fue confiscado por los Reyes Católicos por apoyar a la reina Juana.
Si ese dato te parece especial, queda lo mejor.
En 1490 volvió a ser propiedad de los Vivero; pero en 1520 se les volvió a confiscar porque el heredero que lo obtuvo asesinó a su esposa.
Desde luego, su historia es una de esas propias de las intrigas palaciegas de la Edad Media.
Pero, dejando a un lado todo su pasado, hay que destacar que se ha cuidado excepcionalmente con el paso del tiempo, amén de las reformas que se le han hecho.
Muchos turistas, me incluyo, lo toman como punto de partida para visitar todos los castillos que hay repartidos por la provincia vallisoletana. En él no solo puedes admirar la arquitectura del siglo XV, de la conocida Escuela de Valladolid, también puedes contemplar la exposición «Noches de piedras y Lunas» o pasear por el mismo lugar donde se estableció la primera sede de las Cortes de la región.
Tiene mucho que enseñar, ¡y que contar!
Una buena excursión (más bien una imprescindible si vas a Valladolid) para zambullirte en uno de los mayores ejemplos arquitectónicos de la época medieval española y, también, todo un viaje hacia un pasado que, como ya te he adelantado, da para varios libros.
Visita al castillo de Fuensaldaña: Entradas 2022
Si quieres visitar el Castillo de Fuensaldaña, lo tienes bastante fácil. El recinto está abierto en diferentes horarios en función de la época del año y tiene diferentes tarifas para adultos y para niños, aunque es bastante asequible. Lo cierto es que es mejor ir entre abril y septiembre, ya que el horario es más amplio y, además, puedes aprovechar mucho más el día al completo.
- Horario del 1 de abril al 30 de septiembre – De martes a domingo y festivos: de 10:30 a 14:00 y de 16:30 a 22:00.
- Horario del 1 de octubre al 31 de marzo – De jueves a domingo y festivos: de 10:130 a 14:00 y de 16:00 a 18:00.
En cuanto al precio de la entrada, tampoco hay muchas complicaciones. Aquí lo tienes todo:
- Entrada General – 5 €
- Entrada Reducida – 4 €
- Entrada Escolar – 2 €
- Menores de 12 años – Gratis
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