¿Cuáles son las ciudades más bonitas de Francia?
Empezamos nuestra propia ruta. Estas que te cuento son las que, para mi, son las ciudades más bonitas. ¡Vamos allá!
Lyon
Es uno de los destinos más famosos del país y no es para menos. Allí, el patrimonio histórico y arquitectónico es súper importante. Mi consejo es que recorras todo su barrio medival, la zona de la Croix-Rousee y Presqu’ile. Estos son los lugares más visitados y cuentan con el certificado de Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Esta ciudad te conquistará. Y es que, no solo podrás descubrir su historia, sino también sorprenderte con su espectacular gastronomía. Mi consejo es que te olvides de rutas, mapas y demás. Simplemente empieza a caminar por su centro y a disfrutar a cada paso de todo lo que te vayas encontrando.
Carcasona
Carcasona se traduce en español como ‘Ciudad medieval’. Así que, ya vas haciéndote una idea de lo que puedes encontrar allí. Está declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y la verdad es que no me extraña. Aquí, como podrás imaginar, la historia es la principal protagonista.
Su origen se debe a una fortaleza real que, a lo largo de los siglos, ha conseguido mantenerse hasta convertirse en la ciudad turística que es hoy. ¿Lo mejor? Subirte a un punto alto y ver toda la ciudad desde lejos. Hay varios puntos alrededor de ella para hacerlo como, por ejemplo, desde el Hotel des Trois Couronnes. ¡Te enamorará!
Burdeos
Es una de las ciudades más bonitas del sur de Francia y, como las anteriores, mantiene una historia a tener en cuenta. ¿Lo mejor que puedes hacer? Pasea por el barrio de Saint-Pierre y disfruta de sus pequeñas calles y las tradicionales tiendas de antiguedades. También puedes coger un barco y pasear por el río Garona para admirar las orillas de la ciudad.
Otra opción que seguro que te encanta es pasear por sus muelles. La mayoría de los turistas lo hacen en bicicleta. Un paseo muy bonito de 4 kilómetros que te encantará.
Toulouse
Es otra de las ciudades más importantes de Francia. Un lugar que, te puedo asegurar te enamorará. Y es que, cada rincón tiene ese algo mágico y especial. Sus museos de arte, la arquitectura, los mercados locales y su espectacular gastronomía hacen que visitarla sea todo un sueño.
No te pierdas el casco antiguo y sus edificios de color rosa o la ciudad del espacio. Algo diferente que ver en tu viaje a Toulouse.
Marsella
Lo primero que debes saber es que vas a necesitar al menos un fin de semana entero para poder ver esta ciudad. Aunque creas que es pequeña, tiene un sinfín de lugares imprescindibles. ¿Sabías que Marsella es la ciudad más antigua de Francia?
Aquí el Puerto Viejo, el fuerte de Saint Jean, la Catedral de Santa María la Mayor, la Basilica de Notre Dame de la Garde o el Centre de la Vieille Charite son los lugares más importantes.
Estrasburgo
Lo tengo que reconocer, era uno de mis viajes pendientes y no me defraudó. La Petite France me pareció uno de los lugares más sorprendentes (y bonitos) que he visto nunca. Además, la fachada de la Catedral o el Palacio Rohan conseguirán dejarte sin palabras.
Es uno de los pueblos más bonitos de Alsacia y todos los que van están de acuerdo en que cada rincón tiene algo especial que hace que quieras volver una y otra vez.
Tours
Puede que este pueblo de Francia no sea uno de los más conocidos, pero sin duda merece un lugar en esta lista. El castillo de Azay-Le-Rideau parece sacado de un cuento de Disney. Además, la zona de Langeais y su fortaleza hará que te hagas una idea de su importante pasado.
Tampoco puedes perderte los jardines de Villandry, uno de los jardines más bonitos que he visto jamás. Sin duda, un de las zonas más alucinantes del Valle de Loira.
Niza
Esta sí que te suena, ¿verdad? La capital de la Costa Azul es el destino perfecto para tus vacaciones de Semana Santa o de Verano. Es cierto que sus playas de azul turquesa enamoran, pero tampoco te puedes perder su centro histórico y sus tiendas de arte.
Además, el mercado central merece también una visita. Y, por supuesto, no dejes de hacer una visita el museo nacional Marc-Chagall o la basílica de Notre Dame de L’Assomption, entre otras muchas. Y es que, la riqueza arquitectónica de la ciudad es mayor de la crees.
Dijon
La capital de la Borgoña te da la bienvenida por todo lo alto si eres amante del vino. Sí. Aquí no solo tendrás la oportunidad de ver un arquitectura riquísima en historia, sino que además podrás disfrutar de sus fantásticos vinos (de los mejores del mundo). Es más, también es un referente en gastronomía (en especial por su mostaza).
Pero aparte de esto, no te pierdas su centro histórico. Te gustará su plaza central, la Plaza de la Libération.
Montpellier
Parte importante de Montpellier son los festivales que se realizan. Pero, aparte de ello, debes saber que la cultura está viva en cada una de sus calles. De hecho, te encantarán sus callejuelas medievales y muestras de street art. Además, la Place de la Comedédia es uno de esos sitios que siempre está lleno de gente compartiendo buen rollo.
Debes saber que Montpellier se separa en dos partes bastante diferenciadas, el casco antiguo y la parte nueva. Cada una de ellas con su encanto personal.
Lille
Es otra de las ciudades poco conocidas pero que es tan bonita que bien merece una escapada. Además, está a tan solo 18 kilómetros de Bélgica. Aquí, al igual que el resto de pueblos franceses, la arquitectura está bastante patente. No te pierdas La Grand Place, la Vieille Bourse, el barrio de Vieux-Lille, el Palacio de Bellas Artes (el segundo museo más grande del país tras el Louvre), el parque de la Citadelle o un paseo por la Rue des Vieux Mur.
Orleans
Un día es suficiente para poder admirar la belleza de Orleans. Un pueblo con historia propia en la que Juana de Arco es protagonista. No te pierdas la catedral de Sainte-Croix y date una vuelta por sus plazas y calles estrechas. El casco histórico es lo más bonito de esta ciudad y, como te decía, lo mejor que puedes hacerte es perderte por ella.
Brest
Brest se encuentra en una de las zonas más bonitas de Francia. Aquí lo que más llama la atención es, sin duda, el Castillo que se alza en medio del paseo marítimo. Mi consejo es que pasees por todo su paseo marítimo admirando el escenario que se presenta ante ti. De hecho, pasear por sus muelles es algo imprescindible.
También te recomiendo que visites el Museo de la Marina o el Oceanópolis, un parque acuático único en toda Europa.
El Havre
Situado en la zona de Normandia, La Havre ha sido condecorada por el sello de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Y es que, tras la Segunda Guerra Mundial, aun quedan patentes los restos de los bombardeos. Aquí, la iglesia de Saint-Joseph o el museo MuMa, hacen que el viaje acabe de valer la pena.
Ve con la mente abierta porque hay lugares que pueden ser bastante duros de visitar.
Saint Etienne
Es uno de los destinos turísticos por excelencia en Francia y cada vez son más los turistas que se deciden a visitarla. De hecho, es miembro de la red de Ciudades Creativas de la UNESCO y destino imprescindibles para aquellos que aman el arte y el diseño.
Aquí, el conjunto arquitectónico de Le Corbusier es uno de los lugares imprescindibles.
N (Le Mans)
Y es que te aseguramos que Le Mans es mucho más que un circuito de coches. Es más, el hecho de que se hayan grabado allí un sinfín de películas de época debería decirnos algo. Tan solo necesitas un día para visitar esta ciudad tan bonita. ¿Su punto fuerte? El casco antiguo y su catedral o la Abadia de L’EPAU.
Limoges
Otro de los pueblos que quizá no es tan conocido pero que, te aseguro, te encantará. ¿Sabías que Limoges es la capital de la porcelana? La catedral de Saint Étienne es una de sus visitas imprescindibles y, por supuesto, tampoco puedes irte de allí sin ver los jardines del Obispado o la capilla de Saint Aurélien.
Por cierto, en la plaza de la Motte puedes visitar un mercadillo típico de la ciudad.
Rennes
Y, por último, Rennes. La Bretaña Francesa es, para muchos, uno de los lugares más bonitos del mundo. En esta ocasión, el Parc du Thabor podría ser representación fiel a ello. Además, la catedral de San Petro o el Museo de Bellas Artes son parte fundamental. Y tampoco puedes perderte el Parlamento.
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Como ves, son muchas las ciudades más bonitas de Francia. Es cierto que visitarlas todas en un solo viaje es casi imposible. Pero vamos, que ahí las tienes por si algún día te decides. Te aseguro que todas ellas tienen ese ‘algo’ especial que las hace únicas. ¿Has visitado alguna? ¿Tienes ya planeada una escapada?
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