Cuando las temperaturas de verano hacen acto de presencia, es momento de tomar nuestras gafas de sol, toalla y protector solar e ir en busca de un sitio refrescante que nos permita sobrellevar el calor del día. Para los habitantes de Madrid, la opción más común es acercarse a la piscina municipal de su ciudad o de una ciudad cercana o visitar un río. Sin embargo, existe una alternativa más atractiva: las piscinas naturales en Madrid.
Cuando hablo de piscinas naturales en Madrid me refiero a «pozas» de agua pura que la naturaleza decidió obsequiar a ciertas zonas en todo el mundo y de las cuales, muchas de atractivo impactante, se encuentran ubicadas en España y, concretamente, en Madrid.
¿Quieres saber cuáles son las mejores piscinas naturales de Madrid y alrededores? Sigue leyendo.
De norte a sur, de este a oeste, las ciudades españolas que cuentan con estas piscinas de aguas naturales son unas verdaderas privilegiadas. Y para quienes dudan de esto, pueden pasearse por las Termas de Ourense, la Poza de los Patos en Málaga, continuar el recorrido por la Garganta de los Infiernos en Cáceres y de ahí llegar hasta las piscinas naturales de Tarragona, ubicadas dentro del balneario de la Fontcalda.
Estos entornos naturales, reciben cada vez más atención por los lugareños y turistas por diversas razones. Y es que además del enigmático, relajante y, en ocasiones, misterioso paisaje que se dibuja en estas piscinas que funcionan como relajantes naturales, también se encuentran menos intervenidas por el humano, más allá de mínimas modificaciones.
Es decir, en ellas no hallarás cascadas artificiales, ni esculturas acuáticas, mucho menos luces en el agua, ni nada que se le parezca.
Lo más cercano a una alteración significativa sería las escaleras o caminos de acceso que, por lo general, se modifican para mayor comodidad de visitantes.
La mayoría de las piscinas naturales españolas son gratuitas.
Rescatando lo dicho anteriormente, entre las tantas piscinas naturales que se localizan en España, en esa ocasión rendiremos los honores a las que se encuentran ubicadas en los linderos de su ciudad capital, es decir, las piscinas naturales en Madrid. Porque, aunque muchos foráneos no lo crean, en el epicentro de la dinámica española también se encuentran imponentes atractivos turísticos, no sólo culturales y arquitectónicos, sino también naturales.
Mejores piscinas naturales de Madrid
Si es posible hallar piscinas naturales en España, no es de extrañar que en su ciudad capital se encuentren buenos ejemplos de ellas, aunque lógicamente, si se desea una aventura más rural y alejada de turistas, lo ideal es tomar carretera y dejar atrás Madrid por varios kilómetros.
Sin embargo, como a veces el tiempo apremia y lo que se busca es una zona de esparcimiento sin necesidad de alejarse mucho de la ciudad, entonces es bueno conocer esos lugares que satisfacen dichas necesidades y esas bien pueden ser las piscinas naturales de Madrid.
1. Las Paveras de Aranjuez
Las Paveras de Aranjuez, conocidas como la Playa de la Pavera, a solo 50 kilómetros de la capital, cuentan con servicio de estacionamiento. Es ideal para compartir meriendas familiares y jugar a la sombra de sus árboles con los niños.
Lamentablemente, en la actualidad, los baños en La Pavera se encuentran prohibidos por razones de la calidad y cantidad de agua. Sin embargo, no deja de ser un buen lugar que visitar sobre todo en primavera, cuando los mosquitos del verano aún no se han establecido en la zona y cuando la temperatura no demasiado cálida lo permite.
Pero esto no es motivo para desanimarse, pues a solo unos 53 kilómetros de Madrid se encuentra la Playa de Alberche, sitio en donde se unen los ríos Alberche y Perales.
De aguas calmadas y poco profundas, serán la delicia de los niños, quienes además disfrutarán haciendo castillos de arena o jugando entre sus árboles. Cuenta con zonas de baños, duchas, restaurantes y zonas para barbacoas, además de estacionamiento.
3. Playa de Estremeras
La Playa de Estremeras, a 60 kilómetros de Madrid, también resulta una buena opción. Ideal para la caminata, compartir en familia y por supuesto con los niños, para quienes también se encuentran disponible un parque infantil, con columpios y camas elásticas inclusive.
Además, para los más aventureros, hay empresas ofrecen diversas actividades al aire libre, como tirolina, rutas a caballo, paseos en botes.
Piscinas naturales en la sierra de Madrid
En los alrededores de Madrid, es decir, a poco más de 60 kilómetros de distancia, existen muchas otras piscinas naturales que se pueden disfrutar y que reciben un flujo de visitante menor a las ubicadas en las periferias de la ciudad.
1. Playa de la Sierra de Madrid (Las Charcas Verdes)
Finalmente, se encuentran Las Charcas Verdes, conocidas como la playa de la Sierra de Madrid que, pese a ofrecer vistas idílicas y contar con parajes de ensueño para los senderistas, su baño está prohibido en resguardo de la zona natural.
Su acceso se encuentra restringido a la capacidad del estacionamiento de 250 vehículos en Canto Cochino, así que en fines de semana es casi imposible visitarlo.
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Pantano del Burguillo en Madrid
Existen los llamados Pantanos, que realmente calmaran el calor de los días veraniegos y ofrecen sitios de atractivo natural inigualable.
2. Embalse Las Picadas en Sierra de Gredos
El Embalse Las Picadas se nutre del rio Alberche, y cuenta con servicios para asegurar una estancia cómoda.
Su acceso es gratuito y para los amantes del senderismo es una ruta muy interesante de hermosas vistas.
Actualmente, se rumorea que una depuradora desemboca en sus aguas, que en ocasiones puede destilar mal olor.
3. Pantano de San Juan
A su vez, dentro del mismo embalse, pero más abajo, se encuentra el Pantano de San Juan, más amplio, frondoso y atractivo que el anterior. Posee 14 kilómetros de playas de agua dulce que disfrutar.
Se le conoce como “La Playa de Madrid”, y es el único embalse de Madrid que permite además de baños, actividades acuáticas a motor, tales como lanchas (se alquilan en la zona) y motos.
En el Pantano de San Juan incluso se encuentra una escuela de tipo acuático.
Es una piscina natural muy frecuentada por familias con niños e incluso por nudistas, pero se ubican en lugares diferentes, hay espacio para todos. Pero, curiosamente, y por desgracia para mí, no se permite el acceso a perros: llevar a tu mascota, tiene riesgo de multas.
El sitio, además de ofrecer vestidores, baños, zonas de chinguiritos, alquiler de lanchas y motos acuáticas, restaurantes y kioscos, también en algunos tramos cuenta con estacionamientos gratuitos, al igual que su entrada. Si deseas visitar el sector del Burguillo o de San Juan, desde Madrid, debes tomar la carretera M-501, comúnmente denominada de los Pantanos hasta San Martín de Valdeiglesias.
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4. Cercedilla
Ubicadas al costado de las ruinas de la Calzada Romana, se encuentran dentro del denominado complejo recreativo Las Dehesas, aunque también son conocidas como Berceas. A 64 kilómetros de Madrid son accesibles desde el transporte público y trenes Renfe con paradas en las cercanías.
Ubicadas dentro de un ambiente natural de estilo montañoso y arbóreo, estas piscinas naturales son el resultado del acondicionamiento que se le realizó a las aguas del Arroyo de la Venta, que atraviesan el Valle de la Fuenfría.
Quizás, la principal diferencia de las piscinas naturales de Cercedilla en relación con muchas otras, es que estas no circulan, es decir, se asemejan más a las piscinas de estilo artificial aunque su agua es de origen natural, solo que es tratada con cloro.
Un dato importante es que la temperatura del agua es baja, pero si buscamos refrescarnos del calor veraniego esto será una bendición más que un obstáculo. Eso sí, no es apto por ejemplo para bebés porque el agua está demasiado fría.
Dado que las piscinas de Cercedilla se encuentran dentro de un complejo mayor, los servicios que ofrecen son variados y muy completos, dado que están destinados a asegurar la mayor comodidad posible de los visitantes.
Es así, como en ellas es posible hallar kioscos informativos, estacionamiento, mesas e incluso fuentes.
Pero, además, la oferta la completan baños, vestidores, bar, restaurante e incluso enfermería. Aunque si así lo deseas, puedes llevar tu propia merienda.
La zona es ideal para llevar a los niños, aunque no permite entrada con mascotas (por lo del tratamiento de las aguas). Los más pequeños se divertirán a lo grande gracias a la zona de juegos especialmente habilitada para ellos.
Pese a que debes pagar la entrada (precios preferenciales en niños y adultos mayores), el parking es gratuito.
En definitiva, la piscina natural de Cercedilla es perfecta para niños, no admite perros, se paga entrada y el agua está realmente fría para olvidarse del calor veraniego de Madrid.
5. Rascafría
Ubicadas a hora y media de distancia de Madrid por la carretera A-6. En realidad, se trata de tres piscinas naturales enclavadas sobre el rio Lozoya en la Sierra de Madrid.
Se las conoce coloquialmente como Las Presillas, aunque para los visitantes más exigentes puede tratarse más bien de una piscina básica. Lo cierto es que visitarlas se convierte en un deleite para el cuerpo y la mente.
Y es que, además de poder disfrutar de días soleados en los cuales podrás calmar el calor en sus aguas, es posible admirar las exuberantes vistas del Pico Peñalara (a finales de julio se empieza a ver con nieve). Gracias a sus extensas y verdes praderas, es un lugar muy recomendado para paseos familiares, en pareja, con amigos e incluso para practicar un poco de senderismo hasta las Cascadas del Purgatorio.
Las aguas de las piscinas naturales Las Presillas están bastante limpias, aunque eso sí, muy frías. Con amplios caminos de césped, árboles que dan sombra, chiringuitos, kioscos y áreas de aseo dónde puedes preparar un picnic memorable. Aunque los fines de semana suele ser una piscina muy transitada, no llegas a sentir la masificación de otros lugares.
Su entrada es libre y gratuita, no obstante, debes pagar los costos del parking, que varían en función del tipo de vehículo que uses. Por lo general, permanece abierta todos los días hasta mediados de septiembre.
6. Buitrago de Lozoya
En esta zona, dentro del área de Riosequillo, se halla la piscina natural más grande de toda Madrid, con poco más de 4.200 metros cuadrados de agua proveniente del embalse que tiene el mismo nombre.
Eso sí, es necesario destacar que se trata de una piscina tratada. Se limpia con cloro y su fondo está pintado en azul, así que en realidad, no es una piscina 100% natural, pero no por ello deja de ser menos atractiva.
Para disfrutar de esta piscina, aléjate casi una hora de Madrid por la carretera A-1 y toma la salida del kilómetro 74.
La zona en la que se encuentra es una combinación entre un hermoso paraje natural y diversas construcciones para asegurar la comodidad de los visitantes. Estas instalaciones son muy útiles para los temporadistas que reciben a diario. Como dato a destacar, abre al público de martes a domingo, mientras que el lunes permanece cerrada.
En la piscina natural de Riosequillo encontrarás acceso fácil y cómodo para personas con movilidad reducida. También presenta área de merenderos, vestuarios, restaurantes y el estacionamiento es gratuito.
Para los niños hay colchones hinchables, además de un parque infantil con columpios y una piscina exclusiva para ellos, ya que la piscina general es irregular en cuanto a profundidad y desniveles.
La extensión de su zona, así como las condiciones de su terreno, permite que los amantes de la naturaleza puedan disfrutar de sus senderos. Todo esto sin contar con las zonas para deportistas, con instalaciones para practicar fútbol sala y baloncesto. También hay posibilidad de visitar el jardín botánico que se encuentra en dicha área, así como el recinto amurallado de Buitrago de Lozoya.
En definitiva, es una de las mejores piscinas naturales en Madrid y si vives en la capital te pilla realmente cerca.
7. Piscinas naturales La Pedriza
¿Recuerdas que párrafos atrás mencionaba La Charca Verde? Pues bien, las piscinas naturales de La Pedriza se encuentran más arriba de ellas. El río Manzanares dibuja estas piscinas a lo largo de su recorrido hasta que desemboca en las playas de la Sierra de Madrid.
Se encuentran localizadas dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y pertenece al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Por ello, la Pedriza es un lugar de incalculable valor y que tiene un gran atractivo natural.
La calidad del agua del Manzanares a su paso por este lugar se ha visto afectada por los desechos arrojados por los visitantes de la zona.
Por ello, para conservar su encanto y pureza, desde el verano del año pasado, está prohibida como zona de baño. Los visitantes que utilicen dicha zona para darse un baño corren el riesgo de ser multados con hasta 3.000€.
No obstante, puedes considerar visitar las piscinas naturales de la Pedriza como piscina natural con bellas vistas y con rutas de senderismo.
Y es que, como su propio nombre lo indica, se trata de un área con grandes formaciones rocosas que originan cascadas, saltos de agua y pozos naturales.
Y si lo que te atrajo de la zona es la posibilidad de hacer escalada, entonces acércate hasta el Risco del Yelmo, Los Fantasmas, o a la parte más alta de la Pedriza.
Para llegar hasta ellas, debes empezar el recorrido en el aparcamiento de Cantocochino, y dejar atrás la Charca Verde.
Piscinas naturales cerca de Madrid
Además de las ya mencionadas, existen muchas otras piscinas naturales en las cercanías de la capital española.
Un ejemplo sería la Cascada del Chorro de Navafría, en Segovia. Se trata de un paraje completamente natural con cascadas de gran atractivo visual.
Así mismo, por esa zona es posible encontrarse con pozos creados por el Rio Cega. Pese a que los servicios son limitados, disfrutarás una verdadera aventura rural.
Finalmente, las Pozas de Torrelaguna, erróneamente conocidas como de Puebla, son ríos con corrientes cuyo acceso es gratuito.
Piscinas naturales en Ávila
En la Provincia de Ávila es posible hallar hermosos parajes de agua que conforman exquisitas y refrescantes piscinas naturales. Por ejemplo, la Garganta de Los Caballeros en Navolonguilla.
Se trata de una majestuosa piscina natural con aguas cristalinas, fondos de piedras y cascadas de ensueño, todo esto enmarcado en un paraje de frondosos árboles.
Son piscinas ideales para conocer en épocas de calor, pues se encuentran por encima de los 1.200 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, no esperes servicios adicionales, es un lugar enteramente natural.
En Navaluenga se hallan unas piscinas que merecen una visita. Se trata de las piscinas que se encuentran bajo el puente románico. Sus orillas cubiertas de verde césped atraviesan la localidad y son un buen lugar para darse un reconfortante baño e incluso sentarse a disfrutar del entorno.
➤ Pantano del Burguillo
Los más conocidos son, en primer lugar, el Pantano del Burguillo, localizado en el Embalse de San Juan. Funciona como frontera natural para el Valle de Iruela.
Puedes practicar windsurf, vela y camping en la zona.
Es una de las piscinas naturales mejor valorada por los madrileños que se acercan hasta allí, pero ojo porque ya no se puede ir con perros.
➤ Arenas de San Pedro piscinas naturales
Arenas de San Pedro constituye un municipio que posee por sí mismo unas hermosas piscinas naturales.
Los pozos en el Valle Tiétar discurren por toda la cima de la montaña hasta su base y forman en su camino estos pozos completamente naturales.
Su acceso es un poco difícil, pero nada que requiera de grandes esfuerzos físicos. Debes subir a la cima de la montaña porque desde allí comienza el tramo de ascenso que dura ente 20 y 40 minutos, según el ritmo al cual lo hagas. Pero créeme, el esfuerzo será bien recompensado al poder refrescarte en sus aguas cristalinas y con pequeñas caídas de agua que puedes usar hasta de relajante muscular.
Ahora bien, existen también las piscinas naturales Candeleda. Estas se diferencian de los pozos porque, pese a estar nutridas igualmente de agua de manantial, se encuentran enmarcadas en una especie de piscinas semi construidas. Esta intervención humana se ha realizado para conseguir una mayor comodidad para los visitantes.
En esencia, se trata de dos piscinas, una para adultos de 2 metros de profundidad y otra de menor tamaño de 50 cm destinada a los más pequeños. Su intensidad es regulada por medio de presas, pero el agua está muy limpia y cristalina, e incluso puedes observar peces.
La zona se encuentra enclavada dentro de un paisaje de grandes piedras, árboles y un área de césped, dónde puedes tumbarte a descansar.
Además, está habilitada con múltiples servicios, tales como duchas, trampolines, merenderos y un parking. Eso sí, en verano suele ser muy concurrida.
En este viaje, deja a tu perro al cuidado de alguien de confianza porque me temo que en las piscinas naturales de Arenas de San Pedro no se permite la entrada de perros.
Piscinas naturales en Guadalajara
Gracias a la bondad de la madre naturaleza, la provincia de Guadalajara presume de numerosas piscinas naturales, cada una más hermosa e impactante que la anterior. Por ello, merece que les brindemos un reconocimiento a las más conocidas.
➤ Lago de Bolarque
Se halla en la unión de los ríos Tajo y Guadiela. Se trata de una piscina de agua dulce, apacible, de color verde azulada, y que dispone de servicios que garantizan comodidad al visitante, como lo son el estacionamiento gratuito, merenderos, restaurantes, duchas y alquiler de botes hinchables.
Suele ser concurrida en verano, así que te recomiendo no visitarla un sábado.
➤ Chorro de Vallesotos
Se trata de una zona poco conocida y, por lo tanto, con baja presencia de temporadistas. Es en esencia una caída de agua desde una zona rocosa. A mí me encanta.
➤ Puente de San Pedro
Realmente es un acueducto con merenderos alrededor de aguas rocosas y cristalinas. ¡Más natural imposible!
El Salto de Póveda, así como las Pozas de Marte o Cascadas de Aljibe y las del Vadillo son otros tantos sitios que Guadalajara tiene reservados.
Sin duda alguna, las piscinas naturales en Madrid son muy variadas y gracias a que se localizan en diferentes emplazamientos separados entre sí es posible acceder a algunas que no están muy concurridas ni siquiera en verano.
Lo bueno es que la mayoría están especialmente preparadas con un acceso fácil con parking incluido, pero si vas a visitar una piscina natural con perro infórmate bien antes porque no todas permiten el acceso de animales. Eso sí, en las piscinas naturales el agua está fría, suele haber mosquitos y peces y, a veces, están demasiado concurridas durante los fines de semana del verano.
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Entonces, ¿qué piscinas naturales de Madrid vas a visitar? Sea cual sea tu elección, por favor, recoge los residuos que generes: cuidemos nuestro entorno más natural para conservarlo el día de mañana.
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