No subestimes la idea de hacer turismo en la provincia de Albacete, ni por patrimonio histórico-artístico ni por encanto natural. Te dejamos una breve de guía de iniciación que te servirá para abrir boca.
Turismo en la provincia de Albacete
De la capital a los pueblos más encantadores y a las rutas naturales más fotogénicas. Si mezclas los tres, tu viaje se saldará con éxito.
Monumentos y zonas de interés
Si buscas cosas que ver en Albacete, puedes empezar por aquí:
- Pasaje de Lodares. Es una galería histórica y monumental, tanto comercial como residencial. Está en el centro histórico de la ciudad de Albacete, que tiene otros atractivos interesantes.
- Catedral de San Juan Bautista. Otro atractivo de la ciudad, un templo columbario que comenzó a levantarse en el siglo XVI, pero se remató en el XX.
- Castillo de Almansa. Uno de los mejor conservados de la provincia, erigido sobre el Cerro del Águila y con vistas espectaculares desde él y hacia él.
Pueblos con encanto en Albacete
Albacete provincia llama por el atractivo de pueblos como estos:
- Alcalá del Júcar. El más visitado de la provincia, entre otras cosas, por su castillo. Te sorprenderá cómo se reparte sobre su orografía, su Puente Romano o las Cuevas del Diablo.
- Chinchilla. A solo 15 minutos en coche de la capital, luego sin excusas para visitarlo. Es una villa medieval en la que, cómo no, sobresale su castillo. Pero tendrás que adentrarte en ella para ver su Plaza Mayor o las Cuevas del Agujero.
- Yeste. En plena Sierra de Segura, luego con un innegable encanto rural mezclado con aires medievales. También con un impresionante castillo.
La lista puede continuar por Alcaraz, Ayna, Jorquera…
Parajes naturales
Quizás sea en este apartado en el que Albacete concentra la mayor ristra de lugares bonitos que ver. Podrías empezar por el Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera, el nacimiento del Río Mundo y otros rincones del Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima.
Para hacer turismo en la provincia de Albacete, en definitiva, prepara ropa cómoda con la que recorrer sus pueblos y botas de senderismo para adentrarte en sus encantos naturales, sin olvidar la ciudad. Y lleva el móvil cargado porque hay mucho que fotografiar.
